En el silencio de la noche, se sobresaltó escuchando el rítmico sonido de sus pisadas en la calle solitaria.
Tan absorto en ellas, estuvo a punto de no advertir aquellas otras que se apresuraban hasta alcanzarle, ponerse a su altura, y acompasar a las suyas su ritmo.
Tan absorto en ellas, estuvo a punto de no advertir aquellas otras que se apresuraban hasta alcanzarle, ponerse a su altura, y acompasar a las suyas su ritmo.
Buen comienzo para una novela de amor, o quizás negra.
ResponderEliminarSaludos
Yo creo a todos nos ha pasado eso alguna vez
ResponderEliminarHay una canción de mi querido Prince que empieza así. Solo que después es la música quien se acerca al sonido de tacones y se confunden ambas a lo largo de tooooodita la canción. ¿Tendremos letras tuyas? Sería magnífico.
ResponderEliminarUn beso
Me has hecho profundizar en eso Almena. Realmente el miedo no nos deja ni ver ni disfrutar.
ResponderEliminarFeliz fin de semana. Un beso.
Jade
A veces la soledad ahoga, asusta, hasta que reparamos en que alguien camina a nuestro lado
ResponderEliminarBesitos
¡Qué buen texto! como dice Un jubilado podría ser el comienzo de una novela.
ResponderEliminarA veces nos embelesamos con nosotros mismos, como narcisos, y nos cuesta darnos cuenta de que alguien mas camina a nuestro paso.
ResponderEliminar..Y en ciertos momentos, no hay palabras que reconforten más que un taconeo a cuatro piernas...
ResponderEliminarMe gustó la reflexión , casi poética, diria.
Saludos
El temor hace que andemos por la vida sin hacer ruido y nos sobresaltamos cuando alguien viene a alterar ese nuestro ensimismamiento...¿acaso será eso?
ResponderEliminarUn besazo querida almena.
el miedo nos detiene aunque aveces nos impulsa mas
ResponderEliminarCasi casi pasando de puntillas por la vida, menos mal que el sonido quizá le llegue a tiempo.
ResponderEliminarCorto, pero potente.
Un besazo
No hay peor sordo que el que no quiere oír.
ResponderEliminarTal vez fuera el momento adecuado para sentir la compañía de su yo interior.
ResponderEliminarUn abrazo
Fué entonces cuando le preguntó aquello de "estudias o trabajas"?
ResponderEliminarEs entonces cuando alcanzados por aquellos otros pasos seguimos un caminar acompañado...
ResponderEliminarAbrazos.
tampoco conocía yo esta faceta tuya...y ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡me encata, amiga!!!!!!!!! un beso
ResponderEliminarComo microrrelato creo que no está nada mal. ¿Has pensado en presentarlo a algún concurso? Te lo digo en serio.
ResponderEliminarTambien opino que es un buen cuento breve, con factor sorpresa al final.. mucho en cinco líneas!
ResponderEliminarFeliz semana Almena, besitos
Fascinante.
ResponderEliminarBesos
Y entonces acompasaron sus pisadas y no dos sino uno era el caminante.
ResponderEliminarQuizás deberíamos de poner un poco más de atención a lo que nos rodea.
ResponderEliminarUn abrazo
Quizás, a la otra persona le pasaba exactamente lo mismo.
ResponderEliminarBesos Almena.
¿Y donde llegarán? ESpero que juntos. Soy una romántica empedernida.
ResponderEliminarSirenita
Yo también reflexiono contigo. A veces uno sólo oye sus burdos pasos de elefante cuando ahí están, caminando tambien contigo las pisadas silenciosas del alma.
ResponderEliminarY seguro que, ese dueto de pasos, sonaría a gloria...
ResponderEliminarBesos
Sus pensamientos que se quedaron atrás.
ResponderEliminarBesos.
Cuántas veces nos ensimismamos, como en este fragmento y no nos damos cuenta de la ternura, de la atención, de los otros. Abrirse al recuerdo profundo -para los sufis "recordarse a sí mismos"- sin perder de vista a los que nos rodean. Menudo desafío. Pero creo que es el más interesante que existe.
ResponderEliminarQué triste vida la de quien sólo escucha sus pasos.
ResponderEliminar(La tuya es una imagen que obliga a la reflexión, querida Almena)
Oir se, ha de ser bueno cuando eso nos permite oir al resto con claridad, pero es, sin duda, un dificil y laborioso intento si se busca la armonía. Me gustó mucho tu texto, se puede oir unos pasos acercandose
ResponderEliminarbss
Que buena forma de empezar, sabiendo que luego se va acompañado todo el trayecto.
ResponderEliminarSaludos