Se cuenta que el filósofo Ludwig Wittgenstein esperaba el tren en la estación de Cambridge junto a una colega.
Iniciaron una interesante discusión y, tan enfrascados estaban en ella, que no se dieron cuenta de la salida del tren.
Corrieron tratando de alcanzarlo. Wittgenstein consiguió subirse al tren pero la mujer no lo alcanzó.
Jadeante y con aire preocupado escuchó a un mozo que le dijo: "No se preocupe señorita, dentro de diez minutos sale otro".
Ella respondió: "Ese no es el problema; él vino a despedirme".
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Iniciaron una interesante discusión y, tan enfrascados estaban en ella, que no se dieron cuenta de la salida del tren.
Corrieron tratando de alcanzarlo. Wittgenstein consiguió subirse al tren pero la mujer no lo alcanzó.
Jadeante y con aire preocupado escuchó a un mozo que le dijo: "No se preocupe señorita, dentro de diez minutos sale otro".
Ella respondió: "Ese no es el problema; él vino a despedirme".
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¡No te puedo creer! jajajaja, es muy digno de un genio distraído.
ResponderEliminarUn besote. Almena
“Si la gente no hiciera cosas estúpidas, nunca se podría haber hecho nada inteligente”
ResponderEliminar-Ludwig Wittgenstein-
Qué punto de cuento, o despiste.
ResponderEliminarA mí me gusta eso de Suetonio, creo, "¿Qué oportunidad tendrías tú de perdonar? Mi destino es el que te permite ser misericordioso. Para que tú puedas ser compasivo, yo tengo que pecar".
Buena noche, almena.
Increible:):)
ResponderEliminarCosas de genios, sin duda.
Besos
Es un microcuento perfecto. ¿De verdad es real?
ResponderEliminarUn besazo, Almena
Jajaja, me gano en despiste
ResponderEliminarUn beso amiga
Qué maravilloso es llegar a olvidarse de lo que nos rodea,ser capaces de distraernos hasta ese apasionamiento...
ResponderEliminarEsto es lo que, de verdad, hace reír con buenas razones.Preciosa anécdota,amiga.Eres una caja de sorpresas. :-)
Encantadora,por supuesto...
Un abrazo.
jajaja qué bueno! eso sí que es ponerle pasión al asunto!!
ResponderEliminar¿Y quien dice que tomar un tren inesperado y/o no tomar un tren esperado, sean "un problema"?
ResponderEliminarUn compatriota del tal W., un tal Hobbes, probablemente no haría un juicio de valor al respecto
Humor subliminal.
ResponderEliminar¡Estos filósofos...!
Ciertamente esta historia me conforta, porque veo que la única despistada no soy yo (por otra parte, especialista en perder trenes). La anécdota es deliciosa. Besitos, guapa.
ResponderEliminarJo! que divertido.. jajaja me parto.. que despitaos no...
ResponderEliminarjajaja
abrazos.
Que magnífica historia. En mi blog hoy menciono al filósofo, pero no de una manera erudita, sino como punto de partida para una reflexión.
ResponderEliminarMe gusta tu blog. Y agradezco tus visitas.
El se marchó sin querer con el tren, se bajaría en la siguiente, yo que no soy ningún filósofo no genio también soy un despistado para los transportes más de una vez he tomado la dirección que no debía.
ResponderEliminarun beso fuerte y grande.
NO ES GENIAL?
ResponderEliminarJAJAJAJAJA
SE SUBIÓ ÉL
JAJAJAJAJAJA
ME LO COMO A BESOS!!!!!!!!!
QUE DIVIIIINOOOOOOOOO!!!!!
GENIO
HERMOSO
ME ENCANTÓ
JAJAJAJA
ME LO IMAGINO Y ME RÍO
QUE LINDO POST MUÑECA
SENCILLITOO Y ENCANTADOR
BECHOS GRANDOTES COMO EL SOL
LA CHOLA
Jejeje...seguro que le ha pasado a más de uno.
ResponderEliminarAunque, ahora que lo pienso, con la seguridad que tienen las estaciones de tren ya no dejan ni despistarse al acompañante. Una pena.
Solo para cercanías.
Besooos
la vida nos sorprende con trenes que no ibamos a coger
ResponderEliminarBesito
muy linda historia.
ResponderEliminarla vida es eso, momentos llenos de incertidumbre, de nostalgia, de inspiracion, a veces suceden cosas que no nos esperamos, pero esas cosas estan llenas de lecciones de amor!!!
ResponderEliminarme gusto
besos querida
No se quién dijo que los distraidos en el fondo son los que menos se distraen: en realidad no apartan nunca su pensamiento de la idea que les absorbe, y así parecen despistados con respecto a lo que les rodea.
ResponderEliminar...Y ella se quedó prendada del buen hombre!... Los hay que por quedar bien hasta friegan los platos sin ver que ya salieron del lavavajillas.... hombressss!
ResponderEliminar¿Porqué le daría al ansioso filósofo por subirse él al tren, pregunto yo?
ResponderEliminarReconozco que siempre sufro algún tipo de paranoia cuando despido, o me despiden en una estación de tren :-D
Feliz fin de semana
Muy bueno, genial. Besos enormes Almena.
ResponderEliminaralmena , muy bueno tu chiste jajajajaja.
ResponderEliminarAh pasa a mi blog para que recogas un regalito y felicidades
un beso
visnja
je...que bueno...
ResponderEliminarme encanta el tema Thais que has puesto en tu blog, en casa lo pongo a menudo y me parece ideal para acompañar lecturas...
BSS
¡Que bueno! nos has puesto una sonrisa en este domingo.
ResponderEliminarUn beso.
está muy bien la anécodta, creo que el que quería irse era el d el tractatus...besos, amiga
ResponderEliminarJajajaja!
ResponderEliminarPooobre....
A un amigo mio le sucedió algo así.
Subio al tren para despedirse de su novio y tanto arrumaco y tanto beso le entretuvo hasta que el tren se puso en marcha.
Se tiro cuando el tren había arrancado y cuando fueron a atenderle lo unico que le preocupaba es que su nueva camiseta de Dolcce y Gabanna no se hubiera roto... De verdad que... ayyy.. ( Esto que te cuento es absolutamente verídico )
Besitos,
Agatha Blue*
Jajaja!! una anécdota digna de distraidos pensantes.
ResponderEliminarAbrazos!
Osea, que el orden de los factores, sí altra el producto,
ResponderEliminarjajajja.
besos
Jajaja muy bueno!!!
ResponderEliminar:D
Un abrazo
Almena.... !!!jolines!!! ya que la colega era instruida, por que el señor del "Tractus" para entenderle, al menos por escrito, se las traia, claro está que en presencia podía ser otra cosa ¿no crees ?.... seguro .....
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo que me he reido con el despistado filosofo que se olvido y termino trepado al tren!!!
ResponderEliminarA veces la gente inteligente esta tan enfrascada en lo suyo que lo mas simple se les escapa...
Me estoy imaginando la cara del mozo.
ResponderEliminarBesitos
¡Cosas de sabios! :)
ResponderEliminarUn beso, Almenita.
Primeras risas de la mañana. Gracias, nos vemos!
ResponderEliminarHola Almena: Feliz día del libro. Tengo un obsequio para ti en mi blog
ResponderEliminarMuchas veces... confundimos las metas de los demás con las nuestras...
ResponderEliminaryayayayaya
ResponderEliminarcomo es possible
yayaay
pero, yo tambien lo perdia...
abrazo serrano
Vaya, que curioso es esto jejejeje
ResponderEliminarUn besitoo
almena,no se si tu eres mamá o no , entonces sabes de lo que estamos hablando(el chiste es muy bueno),sorry me iba a olvidar de mi comentario, y bueno me gustaria
ResponderEliminarsaber que opinas
un beso
Visnja
Me encantó encontrarte, vine a dejarte otro beso.
ResponderEliminarExcelente anécdota.
ResponderEliminarBesos, queridísima Almena.
Es que hay conversaciones que dan para perderse varios trenes...
ResponderEliminarSaludos
JA JA JA!!! Hay despedidas que nos dejan despistados!
ResponderEliminarjajajajajajajajajaja...
ResponderEliminar¡Que bueno el post, auténtica risoterapia! Me ha sentado bien.
Un abrazo.
Gestos despistados son los que declaran o mejor: ponen en evidencia, los deseos inconscientes. Puede que todo el despiste se debiera a un deseo de no separarse de la persona a la que iba despedir. Y, al final, quedó como la eterna anécdota.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Es lo que tienen los filósofos, siempre dan ejemplo para demostrar que se puede (alcanzar el tren ...sin ir más lejos)
ResponderEliminarUn beso y gracias por la sonrisa.