mapa
He recordado aquel juego, el de la búsqueda del tesoro. Un mapa que habría que descifrar. Unas pistas que te llevan de un lugar a otro de la ciudad, del bosque, del jardín. Donde cada pista te lleva a la siguiente. Hasta que la última pista te sitúa en el lugar en que se encuentra escondido el “tesoro”, que será para el primero que llegue a él.
Me ha parecido muy curioso leer en una revista sobre nuevas tecnologías, cómo se basan en antiguas actividades lúdicas para incrementar sus aplicaciones, fomentar su uso y estimular el deseo de compra. Se trata de un deporte desconocido hasta ahora: el "geocaching". Consiste en encontrar el “tesoro”. El “regalo” que un desconocido deja en algún lugar al aire libre, y que hay que encontrar siguiendo las pistas que él mismo marca, pero... ¡no con ayuda de un mapa!, sino a través de las que irán apareciendo en un receptor de GPS, ya sea éste de automóvil, PDA, o el que incorporan los nuevos modelos de teléfono móvil.
He recordado aquel juego, el de la búsqueda del tesoro. Un mapa que habría que descifrar. Unas pistas que te llevan de un lugar a otro de la ciudad, del bosque, del jardín. Donde cada pista te lleva a la siguiente. Hasta que la última pista te sitúa en el lugar en que se encuentra escondido el “tesoro”, que será para el primero que llegue a él.
Me ha parecido muy curioso leer en una revista sobre nuevas tecnologías, cómo se basan en antiguas actividades lúdicas para incrementar sus aplicaciones, fomentar su uso y estimular el deseo de compra. Se trata de un deporte desconocido hasta ahora: el "geocaching". Consiste en encontrar el “tesoro”. El “regalo” que un desconocido deja en algún lugar al aire libre, y que hay que encontrar siguiendo las pistas que él mismo marca, pero... ¡no con ayuda de un mapa!, sino a través de las que irán apareciendo en un receptor de GPS, ya sea éste de automóvil, PDA, o el que incorporan los nuevos modelos de teléfono móvil.
Parece que en todo el mundo hay cerca de 23.000 obsequios escondidos en más de 130 países esperando a ser encontrados.
Incluso existen varias páginas web, como el enlace que incluyo, donde los aficionados dejan información sobre cómo hallarlos para que otros internautas puedan ponerse en marcha.
Para participar hay que obtener, a través de alguna de las páginas web que existen, las coordenadas del lugar donde se encuentra el tesoro que se desea encontrar.
¿No era más emocionante el viejo mapa de las historias de tesoros?
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