19 septiembre 2005

Me lo contaron

Se cuenta que el comediógrafo Bretón de los Herreros (Don Manuel - 1796-1873) y el doctor D. Pedro Mata (1811-1877), residieron durante un tiempo en la misma vivienda en Madrid. Como los visitantes de Bretón se equivocaban con mucha frecuencia y llamaban por error a la puerta del doctor, éste, ya enfadado, colocó en su puerta un letrero que decía:

En esta mi habitación
no vive ningún Bretón.

A lo que Bretón, utilizando la misma fórmula, puso otro que decía:

Vive en esta vecindad
cierto médico poeta
que al pie de cada receta
pone Mata, y es verdad.

No puedo remediarlo, el ingenio me seduce. Ya, ya sé que éste resulta un pelin viperino y malintencionado pero, ojalá todas las peleas que en el mundo son, utilizaran como única arma la del ingenio verbal.
Bueno, no, que en este contexto tendré que decirlo en verso!

Dirime una diferencia
que tengas con tu vecino,
sólo con el don divino
de la rimada elocuencia.

Actualizo: Acabo de descubrir ahora en el gracejo de Bretón, cierta "inquina" hacia el quehacer literario femenino. Leo sobre él que cuando la poetisa Gertrudis Gómez de Avellaneda estrenó en Madrid un drama titulado "El hilo del destino", Bretón comentó con (machista) ironía:

"Más le valdría a esa señora conocer el destino del hilo". Ay! que ya me hace mucha menos gracia el ingenio "bretoniano".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Mujer...!, pues yo lo encuentro muy salao.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Y a mí, y a mí tampoco me hace ya tanta gracia; pero pobrecito si es que su contexto cultural ya no le daba para más: dejémoslo ;)

Ays, si es que, -a veces- el ingenio no tiene nada q ver con el conocimiento y la inteligencia ;)
Estoy volviendo poco a poco, otra vez por los interneses.