¡FELICIDADES en el día de su 85 CUMPLEAÑOS!
Hace muchos años, poco más que una adolescente, yo había leído a Don Miguel Delibes en su "La sombra del ciprés es alargada". Pero no fue hasta un poco más tarde cuando una amiga, entusiasta de su obra, me prestó "El camino". Y ya también yo fuí desde entonces seguidora de cuanto escribía.
Porque en "El camino", Daniel "el mochuelo" desgranaba nostalgia en forma de pensamientos evocadores de la integridad sencilla, llana, carente de oropeles y de ornatos, que poseía su pequeño pueblo castellano. Ese que había tenido que abandonar para ir a estudiar bachillerato a la ciudad. Y allí descubre de qué forma esa integridad de su pueblo aventaja con mucho a la de la urbe. Y también consigue que el lector lo descubra cuando él recuerda sus vivencias compartidas con Roque "el Moñigo" y con Germán "el Tiñoso".
Después vinieron muchas obras más. Algunas llevadas al teatro y a la gran pantalla. Y también hasta allí le seguí.
Disfruté con El disputado voto del señor Cayo, con Los santos inocentes, con Viejas historias de Castilla la Vieja, con...
Tantos títulos, tantas menciones, tantos reconocimientos a su extensa obra literaria, a su faceta de escritor y a la de hombre de bien, que se haría larguísimo enumerarlos en el post de un sencillo blog.
Sólo recordaré aquí que, al sillón que en la Real Academia de la Lengua lleva la letra "e", de excelencia, en el año 1973 le cupo el honor de ser ocupado por Don Miguel.
Y hoy 17 de octubre, día de su 85 cumpleaños, recupero los versos que Jorge Guillén le dedicara:
Porque en "El camino", Daniel "el mochuelo" desgranaba nostalgia en forma de pensamientos evocadores de la integridad sencilla, llana, carente de oropeles y de ornatos, que poseía su pequeño pueblo castellano. Ese que había tenido que abandonar para ir a estudiar bachillerato a la ciudad. Y allí descubre de qué forma esa integridad de su pueblo aventaja con mucho a la de la urbe. Y también consigue que el lector lo descubra cuando él recuerda sus vivencias compartidas con Roque "el Moñigo" y con Germán "el Tiñoso".
Después vinieron muchas obras más. Algunas llevadas al teatro y a la gran pantalla. Y también hasta allí le seguí.
Disfruté con El disputado voto del señor Cayo, con Los santos inocentes, con Viejas historias de Castilla la Vieja, con...
Tantos títulos, tantas menciones, tantos reconocimientos a su extensa obra literaria, a su faceta de escritor y a la de hombre de bien, que se haría larguísimo enumerarlos en el post de un sencillo blog.
Sólo recordaré aquí que, al sillón que en la Real Academia de la Lengua lleva la letra "e", de excelencia, en el año 1973 le cupo el honor de ser ocupado por Don Miguel.
Y hoy 17 de octubre, día de su 85 cumpleaños, recupero los versos que Jorge Guillén le dedicara:
Admiremos al hombre auténtico de veras,
que sabe organizar su vivir y sus libros,
muy al tanto de todo, sin inclinarse a nada,
porque son tan ajenas
al manantial continuo de gran inspiración;
Auténtico vivir cuajado en escritura
límpida, magistral, y así tan convincente,
un arte narrativo que recrea
Campo y Ciudad, sus luces y sus ideas,
profundos los paisajes minuciosos,
vegetaciones, hombres, animales.
En medio el cazador.
que sabe organizar su vivir y sus libros,
muy al tanto de todo, sin inclinarse a nada,
porque son tan ajenas
al manantial continuo de gran inspiración;
Auténtico vivir cuajado en escritura
límpida, magistral, y así tan convincente,
un arte narrativo que recrea
Campo y Ciudad, sus luces y sus ideas,
profundos los paisajes minuciosos,
vegetaciones, hombres, animales.
En medio el cazador.
Una extraordinaria recopilación de estudios sobre Don Miguel Delibes y su obra, en la Revista de Estudios Literarios Espéculo, de la Universidad Complutense de Madrid.
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