26 octubre 2005

KADO "El camino de las flores"

Composición floral y foto de R.B.

“Cuando uno observa con cuidado la naturaleza y el lugar que en ella ocupa cada rama, cada hoja, cada flor, si uno cultiva una sensibilidad incluso hacia aquello que no se ve, si uno escucha con su corazón las voces de las flores y siente su inspiración, entonces comenzará a realizar ikebanas llenos de abundante y expresiva belleza”.

(The book of ikebana, Sen´ei Ikenobo)

Hasta no hace mucho, la palabra "ikebana" era para mí totalmente desconocida. Tampoco ahora conozco mucho sobre ella; la persona que me la descubrió (mi amiga R.B. autora del ikebana cuya foto encabeza este post), acostumbra a enviarme a "Google" a fin de que descubra por mí misma. Y después de eso sí se aviene ya a comentar y a ampliar.
Simplificando, y por dar una definición, ikebana es "arte floral japonés". El ikebana se basa en la armonía de una simple construcción lineal y la inclusión de flores o elementos que nos puede ofrecer la propia naturaleza. Además de su propósito estético, se utiliza también como método de meditación, ya que está conectado con el flujo de las estaciones y ciclos de la vida. Sus obras, tan efímeras, lo convierten también en un acto de reflexión sobre el paso del tiempo.

"El ikebana es mucho más que un ornamento floral: es una representación artística que nace de la observación y del respeto a la naturaleza. Por un lado, en el ikebana se representan las áreas espiritual-cognitiva, al hombre y a la tierra. Por el otro, en el ikebana se conjugan tres de los elementos más importantes en la naturaleza: sencillez, equilibrio y belleza. El agua, por su parte, representa las cualidades prístinas de la mente: claridad, vastedad y la capacidad de reflejar sin juicios la realidad tal cual es.
Además de proporcionar una sensación de belleza y paz, el ikebana representa los más sublimes estados mentales y emocionales a los que el ser humano puede aspirar."

Esta antiquísima tradición japonesa ha evolucionado a lo largo de los siglos, en los que han ido surgiendo distintas "escuelas". El ikebana de R.B. que se muestra en este post, pertenece a la escuela Moribon (o Moribana).

Como curiosidad, no fue hasta el s. XIX que la mujer empezó a practicar el ikebana, aunque el predominio de los hombres es notable todavía. Hasta entonces, dicho arte era exclusivo de nobles, sacerdotes o guerreros.

22 comentarios:

Anónimo dijo...

yo se de otra que va a buscar la palabreja en el google...

Gracias por todo!

Anónimo dijo...

Las artes japonesas son especiales en la amnera que tienen de mezclar naturaleza y espiritualidad. Gracias por esta pequeñaintroducción....espero que pongas mas "ikebanas". Y mas Haikus ;)

P.D.: eso de poner el copyright lo hago con photoshop....y acabo de aprender :P

Anónimo dijo...

Es muy muy bonito. Y no sabía nada de este tema, me ha gustado.. espero ver más, y como siempre gracias por la información.. besos grandes

lil dijo...

Había oido hablar del ikebana como arte floral, pero no imaginaba que tuviera un significado tan profundo. Esto le hace ganar en belleza.

Un besito

Lula Towanda dijo...

lo que hay que saber para hacer un centro de flores. Estos orientales cuanta sabiduría almacenan.
Es curioso que las mujeres estuvieran alejadas de estas artes hasta el siglo XIX.

Anónimo dijo...

Es curioso como la Naturaleza,en si misma nos da lecciones de sobriedad,equilibrio y armonía...

Parece un arte muy relajante y el mensaje sobre lo efímero una buena reflexión filosófica.
Gracias por compartirlo y por tus comentarios.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Mágico Oriente donde el arte no sólo es armonía sino sosiego, templanza, humildad, sencillez e invitación a asumir la vida con pasitos cortos.
Saludos matinales flotando en una diminuta taza de sake.

Anónimo dijo...

Nunca había oído hablar de ello, gracias por explicarlo y enseñarnos cosas nuevas ;)

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Los orientales llenan su vida de esas "cosas nimias", todas buscando el equilibrio. Es fascinante, sobretodo tanta dedicación.

Un beso

Anónimo dijo...

Interesante tu blog. Las fotos personale, a parte de convertirte en reportera gráfica, le dan un toque de cercanía.

saludos
Valjean

Anónimo dijo...

Qué hermoso e ilustravivo post(me parece fascinante la cultura oriental(
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Es la primera vez que leo esta palabra. Que curioso los japoneses hacen un arte de todo cuanto tocan.
Es cierto que tomar unas hojas, unas flores, unas ramas y montar un centro no se hace con prisas y debe de ser relajante buscar el hueco adecuado para cada cosa.

Un abrazo

Anónimo dijo...

¡Vaya, hoy me deja entrar!

Interesante "nimiedad". La primera vez que escuché esta palabra fue en un disco de Les Luthiers; y pensé que la habían inventado.

Seguro que es un camino excelente para buscar nuestro sitio en este tremendo despliegue; como el tiro al arco, la ceremonia del te o el raspado de flequillo con katana. Lo complicado es, creo, ajustar estas rutinas al reloj que nos esclaviza; al menos en occidente.

Muy bonito, Almena. Parece que ese "suero milagroso" tiene efectos hasta en mi pasaporte a tus comentarios.

Un besazo.

Brianda dijo...

Has visto Lost in Traslation?
En ella aparece una secuencia en la que un grupo de mujeres preparan los centros florales; puro simbolismo, como toda la película que es, en sí misma, un ikebana :)

Anónimo dijo...

la sensibilidad como brújula en la cultura del Japón

'-.-' dijo...

me sumo al comentario de felipe ;)


salud!

Anónimo dijo...

No solo buscan la armonía con las flores, en la mesa por ejemplo, tienen platos especiales para cada manjar que combinan teniendo en cuenta sus colores y sus formas. En realidad los japoneses son muy ceremoniosos y no hacen ningún gesto, ni colocan algo (flores,adornos, ropa, pelo...) que no tenga un sentido específico.
Un abrazo

Sujari Bejarive dijo...

Ikebana. Una forma de ver y sentir el mundo. Como en la preparación del té, la lectura de una haiku o el zazen, lo que cuenta es el momento presente, la hoja que recolocas, el tallo que enderezas ahora, ni el que has hecho antes, ni el que vendrá después. Sólo el que tienes entre los dedos...

Anónimo dijo...

me encanta!

estuve a punto de apuntar a mi madre a un curso de ikebana en la ciudad. pero la mujer ya es jardinera en el pueblo (broto) y es feliz con su jardin con ayuda de algún libro. autodidacta total.
ahy que ser amable con la naturaleza, es un tesoro nada nimio :)

un beso con la armonía de las flores!

Anónimo dijo...

Es cierto el dicho que dice que nunca te irás a la cama sin saber algo nuevo.

Besos

almena dijo...

Gracias a todos.
Y un abrazo fuerte

Anazia dijo...

Muy didáctico... ojalá tuviera tiempo y dinero, sobre todo esto último