
En sueños vuelo.
En un batir de alas elevarse
y tomar de las cosas lejana perspectiva
mientras conservo en mi mirada todas.
Y me uno a la bandada de pardales
que vuela en mi trayecto,
y escucho sus consejos
sobre vuelos rasantes
y el modo de evitar a las rapaces
-es ubicuo el peligro-
Planear, subir, bajar, tomar impulso,
remontar una nube descuidada.
Y allá abajo,
a lo lejos,
inofensivo ya,
el dragón que me estaba persiguiendo.
Pero esto es sólo un sueño...
11 comentarios:
Sí, un sueño, pero un sueño de alas; no lo olvides...
Precioso
Besos
El volar es una cura del alma. Nos aleja del tormento y dibuja una perspectiva muy amplia, que nos permite situarlo todo en su lugar. Incluso los dragones, con sus fauces abiertas y su fuego.
Sigue volando y entre el batir de alas, mira de encontrar el camino para que el sueño se haga realidad.
Seguro que a los pardales les gusta tenerte a su lado.
Un beso.
...qué agradable hormigueo en la masa corporal que, con el mínimo esfuerzo, atraviesa el cálido vapor de los cirros...
¿Te imaginas... Abrir los ojos y volver a levitar entre los monstruos cotidianos que acechan, pacientes, firmes sobre el suelo...?
Una rítmica y vaporosa delicia poética, Almena.
Qué bonito, AlmenitA! Te veía hablándo con los pájaros (en pajaril) sobre asuntos de los que saben volar. Precioso. Ahora queremos más.
Un beso muy fuerte, tabajadora!
Esos vuelos que se producen en los sueños, a parte de liberarnos, nos permiten contemplar a nuestros dragones desde la distancia, con lo que podemos ver mejor la manera de evitarlos.
Buen día.
He soñado que corro siendo yo casi una pluma por lo leve, y es hermoso sentir esa liberación de la gravedad. También demasiado a menudo sueño que me caigo y despierto gritando o muerta de susto y mi doctora me dijo que eso es una cosa muy conocida y que tiene un nombre (que he olvidado) y tiene que ver con el momento en que uno cae en el sueño profundo y pierde el control de si mismo.
Saludos
No es un sueño cualquiera; tiene alas para volar. Abrazos. H.
Bueno, estamos todas con el tema del vuelo esta semana. Tu vuelas; yo que ni en sueños lo logro, tengo mis ojos en el mundo a los que les he encargado ciertas cosas desde Almagro, Argentina hasta San Jose de Capistrano en California.
Ojala pudiera volar, aunque por lo que he visto requiere de un valor monumental y mucho esfuerzo hasta tomarle la mano: unos 5 minutos.
Si supieras como echo de menos esos sueños de juventud, era experta planeadora, aterrizaba en las azoteas, cogía impulso y emprendía de nuevo el vuelo...
Bellísimo poema, almena. Ay, ese dragón que te persigue, que nos persigue... Dame también esas instrucciones para volar y dejar al dragón mío con la boca abierta. Un abrazo muy fuerte.
H
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