Hay palabras cuyo uso popular las restringe a un solo significado y, curiosamente, en principio significarían justamente lo contrario. Veamos.
ÁLGIDO
Lo utilizamos para señalar el momento cumbre de una situación.
“Cuando la discusión estaba en su momento álgido...” solemos decir para referirnos al momento en que se discutía con más calor.
Pero el RAE nos lleva la contraria y dice:
álgido, da.
(Del lat. algĭdus).
1. adj. Muy frío.
2. adj. Med. Acompañado de frío glacial. Fiebre álgida. Período álgido del cólera morbo.
3. adj. Se dice del momento o período crítico o culminante de algunos procesos orgánicos, físicos, políticos, sociales, etc.
Sólo en su tercera acepción, y ésta comienza como “se dice”, el RAE confirma nuestro uso correcto de esa palabra.
LÍVIDO
“Se quedó lívido”, decimos para señalar que alguien palideció ante un hecho que le produjo cierta conmoción. Lívido, pálido. Así lo utilizamos generalmente.
Y el RAE llama de nuevo nuestra atención, para advertirnos que también significa presentar un color muy concreto. Ese color, o la palidez, la falta de color.
lívido, da.
(Del lat. livĭdus).
1. adj. amoratado.
2. adj. Intensamente pálido.
ENERVAR
Alguien que nos “saca de nuestras casillas”, que nos pone de los nervios, que consigue alterarnos, decimos que “nos enerva”.
De nuevo el RAE nos advierte que puede ser precisamente todo lo contrario. Que sería laxitud, dejarnos sin fuerzas.
enervar.
(Del lat. enervāre).
1. tr. Debilitar, quitar las fuerzas. U. t. c. prnl.
2. tr. Debilitar la fuerza de las razones o argumentos. U. t. c. prnl.
3. tr. Poner nervioso. U. t. c. prnl.
Aunque, ciertamente, su acepción 3 estaría amparando el uso que generalmente le damos.
Serán bienvenidas aquéllas otras que queráis añadir.
1 comentario:
Como siempre tengo el diccionario entre manos, quizá me tropiece con alguna un día de estos. Prometo añadirla aquí, en ese caso.
Besotes ;o)
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