Se trata de un punto que no pasaría desapercibido a los ojos de un grafólogo. Él habla sobre el autor de la grafía.
En grafología, lo estudia el movimiento de la "Escuela Inductiva Alfabética", cuya figura más representativa fue la psicoanalista francesa Roseline Crepy. Esta Escuela investiga mediante el análisis de las letras aisladas, no sobre el conjunto del cuerpo de la escritura.
Por sí solo, no tiene un valor determinante y absoluto, sino que debe ser considerado como un factor más entre todos los que integran un análisis grafológico exhaustivo y completo.
Pero, a modo de ejemplo de la importancia que puede tener un punto, enumero a continuación solo algunos ejemplos de las numerosas formas de "puntos", que pueden encontrarse habitualmente en nuestras escrituras.
Es preciso insistir en que es el análisis de la escritura en su conjunto la que finalmente determina el grado de intensidad de un aspecto de la personalidad. Por ello, no nos "asustemos" si descubrimos que nuestro "punto sobre la i" habla sobre algún aspecto nuestro que no nos resulte especialmente atractivo.
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