Quizás éste es el orden:
. OBJETO REAL
. SU CONCEPTO EN EL PENSAMIENTO
. PALABRA QUE LO DEFINE
pero ¿qué ocurre cuando ya la palabra no puede definir? ¿o todo, cada cosa, se somete al poder de la palabra?
José Hierro lo tiene claro en éste su poema, cuando ya la palabra se volvió insuficiente:
las palabras difíciles.
Se rompía la música
en ritmos imposibles.
¿Adónde habrán huido
los tenues velos grises,
la fina niebla vaga
que borraba los límites?
Primero la palabra
tuvo un sol invisible.
Cantaba, galopaba,
ardía inextinguible.
Oh, decir: puerto, estrella,
cielo azul, tarde triste.
Cómo las cosas, dentro
de la palabra, libres
de la palabra, abrían
silenciosos países
de aventura, tocados
por los oros felices.
Pero se han ido haciendo
las palabras difíciles.
(Oh, había tantas cosas
que decir, tantos límites
que precisar, tan dura
ciencia que dar, tan firme
voluntad de cantar
para luego morirse...)
Se me fueron haciendo
las palabras difíciles.
Alegría ¿por qué
desde que te encontramos
nos has tornado tristes?
Quizá, olvidé tener en cuenta que, como él dice, las cosas están "dentro de la palabra" pero a la vez "libres de la palabra"
".. silencios que gritan... clamores mudos..."
de qué hermosa forma lo dice este gato siamés:
"...y cuántos sueños, ideas y sensaciones permanecen agazapados en el limbo de lo irreproducible.
...cuántos silencios gritan y caracolean en el cerebro convertido en penal perpetuo de clamores mudos"
...cuántos silencios gritan y caracolean en el cerebro convertido en penal perpetuo de clamores mudos"
15 comentarios:
A veces, mi madre me ha dicho; "Trini, escribe de eso que te pasó o de esto que te está pasando· Y le contesto que hay cosas en la vida que no hay palabras para definirlas, o al menos, que hay que dejarlas enfriar un tiempo y quizá entonces las palabras decidan aparecer.
Me gusta el poema de José Hierro, todos sus poemas me gustan y lo admiro.
Besos y palabras
hasta los silencios son palabras...besos.
Creo que cuando la palabra no define, entramos en el terreno de los sentimientos.
Son muchas las veces que me digo a mí misma, que me faltan palabras para expresar lo que siento.
Pero tengo la esperanza, y esta se convierte en cierta, que siempre habrá un inventor de palabras que le dará sentido a toda idea, aunque en un principio no se sepa cómo hacerlo.
Así que, ecuchemos la voz de poetas y prosistas, los mejores alquimistas de palabras que tenemos.
Preciosa entrada, Almena. Y con "preciosa", no logro decirte lo que pienso.
Las cosas más importantes no caben en palabras. Y luego estas palabras... son tan engañosas y escurridizas, se transforman de un modo tan descarado nada más hacerlas pronunciado o escrito.
Un beso
Las formas no abarcan la riqueza del sentimiento, pero son una herramienta valiosa que aporta y MUCHO!
Besos.
...y cuántos sueños, ideas y sensaciones permanecen agazapados en el limbo de lo irreproducible.
...cuántos silencios gritan y caracolean en el cerebro convertido en penal perpetuo de clamores mudos.
(Y qué grande, José Hierro, que consigue abrir un resquicio a las sensaciones condenadas para compartir con las miradas ajenas el tormento de las palabras autistas).
Saludos (con una pizca de mucho y todo en cada fonema).
ninguna palabra es visible
Alejandra Pizarnik
Yo diría más: las cosas siempre están "fuera de las palabras" a pesar de las palabras y por encima y debajo de las palabras. Las palabras nos sirven para acercarnos a las cosas pero nunca las omprenden en su totalidad. La palabra no es más que uno de los significantes y significados de la cosa, pero nunca la cosa en sí... (y esto no me lo acabo de inventar yo, sino Ferdinand de Saussure, Lacan y otros... yo sólo lo comparto)
Un poema magnífico como todos los de ese poeta.
Un abrazo, almena.
Hannah
Sin palabras. Así me he quedado, como en el poema de José Hierro se me fueron haciendo difíciles -y añado- a pesar de lo mucho por contar...
No siempre se logran encontrar las palabras idóneas para expresar lo que se siente y eso nos puede llenar de frustración aunque tengamos un idioma rico como el que más.
Un abrazo
Me has traído a la cabeza la palabra ESPIRAL. Antes que José Hierro, Fernando Pessoa, que fue capaz de crear setenta y tantos heterónimos, de dominar el lenguaje como pocos, dice en el Libro del Desasosiego:
“La mayoría de la gente se enferma de no sabe[r] decir lo que ve o lo que piensa. Dicen que no hay nada más difícil que definir con palabras una espiral: es preciso, dicen, hacer en el aire, con la mano sin literatura, el gesto, ascendentemente enrollado en orden, con que esa figura abstracta de los muelles o de ciertas escaleras se manifiesta a los ojos. Pero, siempre que nos acordemos de que decir es renovar, definiremos sin dificultad una espiral: es un círculo que sube sin conseguir cerrarse nunca. La mayoría de la gente, lo sé bien, no osaría definir así, porque supone que definir es decir lo que los demás quieren que se diga, que no lo que es preciso decir para definir. Lo diré mejor: una espiral es un círculo virtual que se desdobla subiendo sin realizarse nunca. Pero no, la definición es todavía abstracta. Buscaré lo concreto, y todo será visto: una espiral es una serpiente sin serpiente enroscada verticalmente en ninguna cosa…”
La mejor comparación que se me ocurre sobre la palabra es:
¡Como un destornillador!
Porque, igualico-igualico que éste, sirve para lo que sirve y no sirve para lo que no sirve
las palabras...
un sol invissible
un camino a hacer
poesia...
abrazo serrano
A causa de otras actividades, no puedo ocuparme de visitar a mis amigos de Internet. Creo, por tanto, que es lo más razonable decidirme a realizar una parada y que todos sepaís por qué. Volveré en cuanto tenga tiempo suficiente.
Quiero que sepas cómo estimo la relación que hemos tenido y confío en volver pronto. Un abrazo
Es precioso y tiene toda la razón y a veces que simplemente se nos van las palabras; yo pienso que es porque hay cosas (sobretodo sentimientos)que las desbordan. Besos
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