Mi amiga María, geólogo, me había dicho que entre ellos, entre los geólogos, no terminaban de ponerse de acuerdo. Unos aseguraban que se trataba de dos montículos pétreos tan próximos, que parecían prácticamente adheridos entre sí. Y otros eran de la opinión de que se trataba de un solo promontorio de piedra que, en épocas remotísimas que yo no sé situar, se habría resquebrajado. Eso explicaría la perfecta conjunción de oquedades y protuberancias, de entrantes y salientes, que encajaban a la perfección entre ambos lados del desfiladero de La Yecla.
Cuando yo vi el desfiladero por primera vez, cuando tuve la oportunidad de recorrer sus intrincadas entrañas con el agua abajo, rugiendo en su marcha, yo no pude pensar en las teorías de los geólogos.
Yo vi a dos amantes eternamente juntos a orillas del río Arlanza. Yo pude ver cómo su amor era perfecto. Vi que permanecía a través de los siglos. Que volverse piedra caliza era la más asegurada forma de que viento y agua fueran en el tiempo conformando al unísono sus conjuntadas anatomías así, cerquísima. Vi de qué maravillosa recíproca manera cada uno llenaba con sus protuberancias las oquedades del otro. Oí cómo sonaba aquella balada que, en clave de sol, le cantaba a sus pies el agua entusiasta y saltarina, fría y purísima. Respiré su mismo aire frío de Castilla en una mañana de marzo, y mis sentidos se llenaron del perfume que la incipiente primavera traía a los amantes.
14 comentarios:
Tu interpretación me gusta mucho más que la de los geólogos, tiene sentimientos y música.
Un abrazo
Qué bonito!, no se podría definir de manera más romántica. Ciertamente parece que las piedras se intenten besar. Una maravilla de la naturaleza. Y me la perdí!.
Pues yo estoy contigo y, aunque no he visto el desfiladero de la Yecla, si me contó mi madre sobre La Peña de los Enamorados de Antequera y me hizo ver, de pequeña, que eran dos amantes recostados y así los vi entonces y así los sigo viendo ahora.
Cada vez que paso por allí no puedo dejar de mirarlos.
Besos
Supongo que cada uno le damos una interpretación diferente y no por eso tiene por qué ser mejor o peor. Todas valen, todas diferentes, todas semejantes :)
e que amor lindo...
teorias de geologos
pero el desfiladero e suas intrincads entrañas guardan un amor...
abrazo serrano
Si los científicos no se ponen de acuerdo (y también cuando lo hacen) lo mejor es que creas en lo que has visto y te dicen tus propios sentidos.
Ahora yo también quiero verlos.
Besitos
porque tú miraste con la mirada de la escritora que no puedes dejar en casa un día cualquiera. Besos
PUes yo me quedo con tu teoría, eso sí como no lo he visto, prometo ir a verlo para asegurarme. Besos
No les hagas caso a mis amiguetes los geólogos, como decimos nosotros (corporativamente): "los geólogos no tienen pilila"
¡Qué bien lo has descrito!
Pudieran ser dos amantes que se juraron amor eterno
Un abrazo
Siempre habrá ojos capaces de mirar y ver más allá de los seres inanimados. Afortunadamente. Porque quien observa y extrae las esencias líricas de lo aparentemente inerte que tiene el privilegio de contemplar, con mayor sensibilidad visualizará la grandeza y la pequeñez que palpitan en el entorno viviente.
Feliz tú, que miraste, viste y compartiste esa oda acientífica a la eternidad del amor.
me encanta tu entrada...Feliz domingo, con manos y con estreno...
Dónde va a parar , de lo que viste tú a lo que dicen los geólogos ...
¡qué prosa más poética!
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