03 abril 2011

La primera palabra importada


No fueron "footing", ni "parking" ni el famoso "bistec" derivado del "beefsteak", los primeros americanismos que enriquecieron nuestra lengua.

Están recogidos en el "Diccionario de americanismos" , pero ¿cuál fue la primera palabra importada del que fue llamado "Nuevo Mundo"? ¿huracán? ¿colibrí? ¿tabaco?

Existen indicios documentados que informarían de que la primera palabra incorporada a nuestro idioma fue "canoa" ¡Qué preciosa palabra!

Se hacía necesario recurrir a las palabras de los nativos para nombrar las realidades desconocidas que se encontraron en un mundo exótico.

En un fragmento del diario que relata el primer viaje a América de Cristóbal Colón, se dice que:
“Viernes 26 de octubre. Estuvo de las dichas islas de la parte del Sur. Era todo baxo cinco o seis leguas, surgió por allí. Dixeron los indios que llevava que avía de ellas a Cuba andadura de día y medio con sus almadías, que son navetas de un madero adonde no llevan vela. Estas son las canoas.”
Vinieron después otros muchos términos "tomate", "chocolate", "cacique", pero aún parece que puede asegurarse que a "canoa" le siguió uno extraordinariamente relajante: "hamaca".

Hoy, el "Diccionario de americanismos" sigue enriqueciéndose con hermosas palabras, como esa originaria de Panamá incorporada en su edición del 2001:

Abuelazón

1. f. Pan. Condición anímica de los abuelos que chochean por su nieto.


¿No es un término precioso? ¡se precisaba una palabra que definiera esa entrañable condición de los abuelos!

12 comentarios:

Umma1 dijo...

Hay palabras que suenan bonito.
Canoa, cocotero, garúa, arará, colibrí.
Y también, que hay palabras, de las que almenos, acá en América, perdimos el recuerdo de su origen. Supongo que es lo que al fin pasa, más palabras para un idioma tan maravilloso como el castellano.

Saludos

Una mirada... dijo...

Las lenguas…; esos abonados campos de vocablos y expresiones que traspasan geografías y tiempos.

Y qué grata sonoridad la de las palabras acunadas en el Nuevo Mundo.

Saludos… (en quechua taíno, mapuche, araucano…)

Anca Balaj dijo...

Todas ellas preciosas (hum... chocolate...)
Con el abuelazón de has desarmado.

Un beso, amiga, feliz domingo.

Fernando dijo...

Jejeje, yo me quedo con las de comer, chocolate, tómate, cacao, patata, tantas otras.

Es curioso, Almena, cómo en nuestras ciudades vuelve a haber nuevos americanismos, gracias a los inmigrantes. No sé me ocurre ahora ningún ejemplo de las palabras que nos han traído, seguro que a tí sí.

Pilar dijo...

Bienvenido sea todo lo que enriquezca la manera en que expresarse.
A mi me gustan las palabras que contienen erres, por su sonoridad musical. Trompeta y arcoiris las encuentro preciosas.
Desconocía la de abuelazón. Suena mejor que super abuelo, aunque tenga una erre. ¡Me la quedo!
Besos.

Trini Reina dijo...

Sí que son hermosas palabras.

Están tan metidas en nosotros que no nos ponemos apensar cómo ni de donde vinieron.
Canoa, hamaca, chocolate...qué rico es el lenguaje.

Besos

unjubilado dijo...

Me apunto a la palabra "hamaca", aunque en Venezuela se llama "chinchorro". He visto a camioneros con el chinchorro sujeto entre el eje delantero y trasero debajo del camión echando una siestecilla y evitando posibles serpientes. Yo me traje uno y se dormía de maravilla... pero me tuvieron que enseñar a utilizarlo.
La palabra "abuelazón" no me gusta, me suena a una persona mayor con el azadón en la mano.
Un abrazo.

Alejandra Sotelo Faderland dijo...

Pobres tainos! los recibieron con los brazos abiertos y de entrada nomas empezaron a contagiarse enfermedades para las que no tenian defensas: la primera importacion de enfermedades.
En cuanto a alas palabras, quizas se hayan importado algunas antes de los arabes, como 'almohada' tambien muy relajante.

Leodegundia dijo...

Por lo que se ve la canoa cruzó el océanos y nos fue trayendo muchas palabras que enriquecieron nuestra lengua.
Nunca había oído la de "abuelazón" y me parece una palabra llena de ese cariño que se tiene por los nietos.
Fantástico tu artículo.
Un abrazo

Rosario Libertad dijo...

¡cuántas historisa tienen las palabras,si!

Juan Ramón dijo...

A ver, a ver, deja que piense. Un arbolito, otro arbolito, y una hamaca colgada entre los dos, y mi menda balanceándome en ella mientras una camarera me forece otro daikiri... ¡Y que vivan los americanismos!

Franziska dijo...

Te felicito por lo acertado de la entrada. ¡Claro la palabra canoa! pero esa de la abuelazón, es impagable pero esa palabra nació de una española, creo yo, pero pensada por un nativo americano. Son los giros que damos a las palabras de acuerdo con nuestra manera de pensar. ¿No te parece?